miércoles, 9 de marzo de 2011

¿Te gustaría correr para escapar del pasado? ¿Para luchar contra lo que te hace daño? ¿Para dejar de llorar de una vez y no dejar que te vuelvan a partir el corazón? ¿Te gustaría ser feliz otra vez? Seguro que todo te encantaría, pero el único problema es que un corazón roto no se arregla, porque aunque un día te levantes y digas: Por fin, soy libre, le he olvidado, pasé buenos ratos con él, le quise mucho pero ha llegado el momento de volver a poner una sonrisa en mi cara.
Pero lo único que nadie tiene en cuenta en ese momento, es de que por mucho que creamos que nuestro corazón vuelve a estar sano no es así, porque queda una gran cicatriz que puede reabrirse de un momento a otro.

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