Me he sentido muy dolida y decepcionada, me he sentido sola, sin nadie a mi lado que me ayudara a seguir mi camino, es más, me desvié completamente de él, alejándome de las personas que de verdad me querían y me centré en tí. Solo en tí. Siempre intentaba pasar por tu lado para que al menos, me miraras esa décima de segundo y así, ser la persona más feliz del mundo. O al menos que me dijeras cualquier tontería metiéndote conmigo. Era igual, todo me daba igual. Lo único que me importaba era tenerte cerca y tener la certeza de que nunca te ibas a ir. Pero un día sucedió, y te fuiste. Te fuiste para siempre y me jodiste mucho. En lugar de sonreírme, me insultabas, me llamabas de todo menos bonita, me hacías daño...Mucho daño. Y yo, como una imbécil, siempre iba detrás de tí, diciéndote: "¿Pero qué te hice?" Y claro...cada vez la cosa iba a peor. Y mientras su ego crecía, mi autoestima bajaba, y bajaba...hasta quedarse en -1. Y así me quedé, varios meses. Sin nadie, llorando como una auténtica estúpida por alguien que no me quería, que solo quería verme hundida. Hasta que un día, alguien, me dijo: "Eres guapa, lista, buena...Crees que te mereces semejante gilipollas? Déjalo! Y cuando lo dejes, sabes qué pasará? Pues que verá que pasas de él, y vendrá a por tí. Pero tú estarás demasiado ocupada caminando tú camino. Y te doi un consejo: No dejes que NADIE, te aparte de él." Y así lo hice. En el verano no me preocupé en absoluto y, cada vez que venía a mis recuerdos, lo apartaba con todas mis fuerzas hasta que...el echo de recordar, ya no dolía. Ya no salían lágrimas y ya todo era diferente. Era feliz. Recuperé mi vida, mis amigos, mi familia...Y te olvidé.
Ahora eres tú, quien parece que busca cualquier excusa, estúpida o no, para acercarte a mí y que sea yo quien te sonría. Buscas mi mirada, lo noto. Me buscas a mí.
Pero, ¿sabes qué? Ya no estoy.
